La Semana Negra dice adiós a la ciudad de Gijón, donde ha estado asentada 24 años. Los organizadores han decidido buscar otra ubicación para celebrar el certamen literario, después de que el Gobierno de Foro le retirara las subvenciones de los presupuestos generales de 2012. Los ingresos municipales suponen el 64% de sus aportaciones públicas.
En total, el Ayuntamiento de Gijón invierte en la organización del certamen alrededor de 211.000 euros, de los que 77.200 son de aportación directa, 14.000 del patrocinio del teatro Jovellanos, y 88.000 de los Planes de Empleo. El Principado aportaría 58.000. El festival sólo contaría con el apoyo público de Cajastur, y de patrocinadores privados.
El tira y afloja con el Gobierno casquista comenzó en la última edición del certamen veraniego, cuando la alcaldesa se posicionó al lado del rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, quien rechazaba que el festival se celebrara en una parcela municipal anexa al campus (ya comprometida por el anterior equipo de gobierno a la asociación Semana Negra). Cabe recordar que Gotor llegó a vallar la escuela de Marina Civil (con el beneplácito de Carmen Moriyón) y contó con el apoyo municipal para cerrar al tráfico la avenida Albert Einstein. Anteriormente, la Universidad había solicitado aplicar medidas cautelares al evento, que finalmente fueron rechazadas.
En este contexto, Foro se comprometió con el Rector a no permitir, en posteriores ediciones, la celebración del certamen literario en la parcela de Viesques. Sin embargo, no ofrecieron alternativas de ubicación a los organizadores. Fue entonces, cuando el director de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo II, instó al gobierno local a definir su postura futura con el festival negro.
Así las cosas, el portavoz del gobierno, Rafael Felgueroso, impuso dos condiciones para mantener la Semana Negra en la ciudad: Cambiar la ubicación y reducir las ayudas. "La cuestión económica habrá que ajustarla a la política de austeridad", anunció Felgueroso.
Sin embargo, hace apenas una semana, la Fundación Municipal de Cultura aprobó la creación de un festival intercéltico con un presupuesto de 275.000 euros y eliminó de sus presupuestos una ayuda directa al festival literario.
A pesar de que aún no hay una nueva ubicación encima de la mesa, una de las opciones que se habían barajado fue la de Avilés. De hecho, la Cámara, la Unión de Comerciantes (Ucayc) y la Mancomunidad Turística Comarca de Avilés, ya mostraron su acuerdo para "iniciar conversaciones" y estudiar la posibilidad de que el evento recale en la ciudad. También pensaron alojarlo en el entorno del Niemeyer.
Incluso Taibo confesó que otras cinco ciudades pretendían a la Semana Negra: Mieres, Castellón, Salamanca, Barcelona, o Milán (Italia). Por lo tanto, el festival literario sí tiene quién le quiera. No obstante, Taibo llegó a plantear la posibilidad de abandonar la celebración del certamen, si no se volvía a hacer más en Gijón.
La historia del festival Esa última edición, sirvió además para echar la vista hacia atrás y recordar a los impulsores del festival literario. En el encuentro participaron el ex presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces (que por aquel entonces se estrenaba en la alcaldía de la ciudad y buscaba un evento para modernizarla),Paco Ignacio Taibo II, y los periodistas Alejandro Ortea y Juan Cueto. Todos, presididos por un retrato del editor Silverio Cañada.
Durante la mesa de debate, que sonó a despedida, recordaron los inicios de una Semana que siempre estuvo envuelta en la polémica y emplazaron al ayuntamiento a decir la última palabra sobre el festival literario. Cabe mencionar que, pese a las críticas, la Semana Negra pasó de tener 73.000 asistentes el primer año, a más de un millón durante las últimas ediciones.
Además, las cifras económicas son meteóricas y genera 150 puestos de trabajo directos e indirectos. El 60% del gasto que supone se invierte en el montaje del recinto y en el pago de los sueldos de los trabajadores que operan en la parcela. Por otra parte, el Ayuntamiento de Gijón, el Principado y Cajastur donan cada años 263.000 euros de subvenciones. Los otros 139.179 euros provienen de los ingresos de los patrocinadores (como el Teatro Jovellanos, Pepsi, o Mahou).
Los recursos propios del ferial ascienden cada edición a 376.000 euros. En total, el certamen ingresa cada año una media de 800.000 euros, pero revierte siete millones de beneficios a la ciudad. Además, más del 70% de la población considera que tiene repercusión local y nacional. Estos datos económicos (elaborados por una consultora) fueron entregados en su momento a Felgueroso. Con todo, a juicio de los casquistas, las arcas municipales se resienten con la aportación a un festival que atrae a miles de turistas y escritores nacionales y extranjeros.
Fuente de información: La Voz de Asturias
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