Según el «Anuario de
Estadísticas culturales 2005» del Ministerio de Cultura, Asturias fue la
comunidad autónoma más demandada por los españoles para hacer turismo cultural
en el año 2004. Para el abajo firmante fue una sorpresa muy agradable: sorpresa
porque no lo esperaba, y muy agradable por ver a nuestra región ocupando la «pole
position». Y es que no estamos acostumbrados, porque cuando se habla de otros
aspectos del turismo en España: ocupación hotelera, duración de la temporada
alta, número de turistas extranjeros, etcétera; estamos, casi siempre, en la
«parte baja de la clasificación».
Después de celebrar por todo lo
alto tan grata noticia, caes en la cuenta que es un dato de 2004; que está muy
bien pero «agua pasada no mueve molino». Y luego uno se pregunta: y en 2005
¿cómo iría la cosa?; y éste año ¿cómo andará el asunto? ¿Se consolidará Asturias
como primer destino turístico cultural para los españoles? Y más tarde llegan
las dudas: tratando de descifrar el porqué del excelente dato estadístico, uno
se percata de que el año 2004 no fue un año cualquiera para nuestro Principado,
fue el año de «la boda». El 1 de noviembre de 2003, la Casa Real anunció el
compromiso matrimonial de don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz. Desde esa
fecha hasta el día que se celebró la ceremonia nupcial, el 22 de mayo de 2004,
Asturias fue protagonista de numerosísimos reportajes en todo tipo de medios de
comunicación españoles: el origen asturiano de la futura Princesa de Asturias y
Reina de España, «obligaba» a ello. La entrega de los premios Príncipe de
Asturias, es una ceremonia que viene teniendo desde hace bastantes años una
excelente cobertura informativa, y una gran difusión mediática, por
consiguiente. La ceremonia de entrega del año 2004 -el 22 de octubre- con el
Príncipe y la Princesa de Asturias presidiendo el acto, tuvo aún mayor
repercusión en los medios informativos españoles. Conclusión: a mi entender,
buena parte de la «culpa» de que en 2004 hayamos sido «campeones de España en
turismo cultural interno», la tienen «la boda» y «los premios». Pero ¡ojo! No
sería justo si no dijera que el Gobierno del Principado «se ha currado» esta
parcela del turismo; no sería justo si no dijera que bastantes Ayuntamientos de
la región han trabajado bien en este ámbito, y tampoco lo sería si ignorara el
granito de arena que muchas empresas del sector han aportado, ni si no
mencionara aquí el «efecto Alonso», que a buen seguro, tuvo algo que ver en el
gozoso dato estadístico.
Estamos en 2006 y no debemos
dormirnos en los dorados laureles de 2004. Para seguir ocupando tan privilegiada
posición, va a haber que luchar muy duro. Al Gobierno del Principado,
Ayuntamientos y/o Mancomunidades, les corresponde la tarea de impulsar acciones
en esa dirección: mejora de la promoción en el resto del Estado, creación de
nuevos equipamientos culturales, aumentar en cantidad y calidad informativa las
oficinas de turismo en Asturias, mejoras en señalizaciones de acceso a recursos
culturales y más información sobre los mismos «in situ», etcétera. Y con la
colaboración del empresariado del sector turístico podrían poner en marcha
acciones conjuntas para atraer más visitantes al Principado; por ejemplo,
apoyándose en un recurso cultural que goza de reconocido prestigio a nivel
nacional: nuestra gastronomía, se podrían organizar y lanzar a nivel estatal,
paquetes turísticos que tuvieran como principal atracción unas «jornadas
gastronómicas» o un «festival de la sidra» o ambas cosas a la vez. Todos los
esfuerzos que se hagan merecerán la pena, si Asturias logra consolidarse, en el
futuro, como «paraíso cultural».
Escrito por José Antonio
Suárez es profesor del I. E. S. Escuela de Hostelería y Turismo de Gijón.
Fuente de información: lne