EN TORNO AL CABO PEÑAS
Fecha Domingo, 12 junio a las 12:00:00
Tema Senderismo y montaña


GOZÓN-PAISAJE PROTEGIDO DEL CABO PEÑAS

Una larga recta nos conduce hasta las inmediaciones del Faro de Peñas, un edificio voluminoso y macizo, levantado a pocos pasos de acantilados que tienen 100 m de caída vertical. Desde aquí tenemos una vista magnífica de la rasa costera, que alcanza su mayor amplitud ( unos 20 km ) en esta zona central de la región.

La extensa planicie de prados verdes y amarillos que se domina desde esta punto resulta, cuando menos, inusual en Asturias, a pesar de los numerosos riachuelos que la surcan y le dan un aspecto ondulado. La mayor parte del terreno  llano de la rasa está ocupado por prados de siega y tierras de labranza, mientras que las laderas empinadas de las vallinas aparecen tapizadas de tojos y brezos y, a veces, conservan un pobre arbolado de robles y castaños.

Cabo PeñasLa importancia de la agricultura y de la ganadería, hasta hace poco tiempo, en esta parte de la marina se puede comprobar por lo excelentes ejemplos de arquitectura tradicional que existen en las proximidades del Cabo Peñas. Así, abundan los hórreos y las paneras que, a veces, aparecen alineados con la vivienda constituyendo fotogénicas quintanas. Muchos de ellos llaman la atención por el colorido casi extravagante  de sus paredes y corredores.

Bordeando el cercado el faro, nos acercamos al acantilado donde hay un bar-restaurante. Desde aquí  podemos iniciar unFaro de Cabo Peñas recorrido circular siguiendo el perfil de la costa hacia el oeste por cualquiera de los varios senderos que se encuentran. La vegetación del cabo, de escaso porte a causa de su exposición a los vientos, no parece tan diversa e interesante a priori como luego se demuestra. Básicamente, es un brezal-tojal que se desarrolla sobre un suelo musgoso y en el que se dice que están  presentes todas las especies de brezos que crecen en Asturias. En las proximidades de los empinadísimos cantiles se pueden encontrar plantas carnosas y líquenes halófilos, adaptados a las condiciones de alta salinidad que imperan en este medio debido a las miles de gotitas de agua que arrastran las brisas marinas.

Frente al cabo sobresalen del mar varios islotes. El mayor de todos es la isla La Herbosa, lugar de cría de una importante colonia de gaviota patiamarilla y donde también nidifican el diminuto paíño atlántico y el cormorán moñudo. Así, no es de extrañar  que los barcos que surcan la zona vayan seguidos por un séquito de gaviotas atentas a los más que posibles descartes pesqueros.

Playa de VerdicioEn nuestro paseo bordeando los precipicios del cabo llegaremos a una zona que recibe el nombre de La Julia, donde hay un cercado con una antena. Desde aquí podemos contemplar las playas rocosas de un tramo conocido como Les Talayes y, mucho más lejos, en un entrante situado en la base del cabo, la playa de Verdicio, muy interesante por sus dunas costeras. Luego la panorámica se pierde hacia el oeste en un conjunto confuso de salientes costeros difuminados por la calima. Por delante del cercado sale una pista que nos llevará de vuelta hacia el faro.

Este breve recorrido por el Cabo de Peñas es excelente para observar la gran cantidad de aves( como lavanderas, bisbitas, tarabillas, fringílidos etc.) que utilizan los campos y los brezales para hacer un alto durante sus largos vuelos migratorios. Además, nos permite asistir a la espectacular migración otoñal de las aves (sobre todo marinas) que pasan frente a la costa cantábrica. En septiembre y octubre, con la ayuda de unos prismáticos, podemos disfrutar de la visión de miles de alcatraces que constantemente se lanzan a pescar en soberbios picados. Otras especies (como las anátidas o las pardelas ) vuelan casi a ras del agua por lo que son más difíciles de distinguir. En este sentido, es muy recomendable un cabo cercano, próximo a Luanco, llamado La Punta la Vaca, desde el cual se pueden observar las aves marinas más cerca, gracias tanto a que vuelan más próximas a la costa como a que los acantilados son más bajos.

En Luanco se encuentra el Museo Marítimo de Asturias, una visita muy aconsejable para completar nuestro conocimiento del litoral de la región, con salas dedicadas a la historia de la navegación, la pesca tradicional o la biología marina. También se exhiben algunas miniaturas de embarcaciones de las que existe una importante tradición artesanal en el concejo. Asimismo, Luanco es un buen lugar para pasear y probar las marañuelas, especialidad repostera de la zona.

Faro de Peñas-La Julia-Faro de Peñas

                                         3 km

Transporte recomendado: a pie.

Mejores épocas de visita: primavera, verano, otoño, invierno.

Dificultad de la ruta: escasa.

Información: Luis Frechilla García







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