Semana Santa, propiamente
dicha, ya no hay, pero el largo puente que une el Jueves Santo con el Domingo de
Resurrección promete estar transitado en Asturias por muchos miles de turistas.
Especialmente, en sus versiones más agrestes. Tanto las casas rurales como las
cabañas de madera de los campings o los establecimientos vinculados a los
deportes de nieve tienen su oferta colmada desde hace días, mientras que los
alojamientos hoteleros más tradicionales ven subir sus reservas «poco a poco,
hasta niveles similares a los del año pasado, pero sólo para cuatro noches.
Santa no sé si será, pero semana hace tiempo que no lo es, al menos,
hoteleramente hablando».
Quien bromea con la
denominación tradicional de estas pequeñas vacaciones es Alberto Martínez,
presidente de la Unión Hotelera, quien coincide en esta apreciación con el resto
del sector turístico asturiano. A día de hoy, ninguna de las modalidades de
alojamiento que oferta el Principado tiene cubiertas sus expectativas para los
primeros días de la semana. «Me gustaría recuperar los niveles de ocupación de
hace cinco años, cuando la Semana Santa llegaba de domingo a domingo», afirma el
presidente de la Federación de Asociaciones de Turismo Rural.
Y Carlos Nava tiene razones
para estar satisfecho, porque «las cuatro noches del fin de semana están
completas al cien por cien. Pero así ya llevamos tiempo. Es muy difícil que de
jueves a domingo quede algo disponible». El éxito de cuatro días no hace olvidar
al presidente de las asociaciones de turismo rural que «hace tiempo que no vemos
una ocupación media de una semana, como antes. No sé si es por el aumento de la
oferta, que no tendría por qué afectar a esos primeros días de la semana, o por
la potestad de las comunidades autónomas a marcar las vacaciones en unos días o
en otros, pero lo cierto es que hace tiempo que no recibimos turismo a lo largo
de toda la semana».
Campaña específica
Esa situación y otras más son
las que mueven a Carlos Nava a insistir en que «el turismo rural necesita ya una
campaña promocional propia, porque nuestros clientes tienen un perfil
determinado, muy específico. No renegamos de lo que hay, pero debemos de empezar
a trabajar con promociones específicas. Ya se lo hemos puesto sobre la mesa al
Principado, pero estamos esperando respuesta», indica Nava.
Otro sector que tiene superadas
sus expectativas turísticas es el de los bungalows, las cabañas de madera
instaladas en los campings, que han calado hondo en la demanda de
alojamiento singular. «Hace más de 15 días que tenemos agotadas nuestras
disponibilidades. Y hay mucha gente que sigue llamando», afirma el presidente de
la Asociación de Empresarios de Campings de Asturias.
Ramón Álvarez, que sitúa en 150
el número de bungalows, se muestra mucho más cauto a la hora de plasmar sus
previsiones de ocupación en los camping. «Es que dependemos mucho del tiempo. Si
la semana va como está yendo esta, tendremos unos buenos resultados, pero como
no haya buen tiempo...»
Y es que la influencia de las
condiciones climáticas se nota hasta en los propios lugareños. Según relata el
presidente de la Asociación de Hostelería de Gijón, en esta semana en que la
temperatura ha alcanzado niveles veraniegos, «los restaurantes han revivido,
después de un mes de marzo muy malo. Incluso alguno ha tenido llenos, sin que
todavía hayan llegado los forasteros, aunque ya hayan empezado a venir los que
viven o estudian fuera», explica Arturo Muñiz, quien no dispone aún de
previsiones turísticas para la próxima semana.
Al igual que la asociación
Hostelería de Asturias, que, aún sin datos, sí sabe a ciencia cierta que
«tenemos una reserva similar a la del pasado año, si bien hay una sensible
diferencia entre distintos tipos de establecimiento: los relacionados con la
nieve están llenos y los otros, sin embargo, no», afirma su portavoz, José
Pérez. La ocupación hotelera del año pasado alcanzó el 80%de las plazas
disponibles.
Fuente de información:
ElComercioDigital