La nueva embajada de Asturias
en Madrid supone un proyecto de alto calado que reforzará la presencia de la
región en la capital de España. Su ubicación, en pleno corazón madrileño, en la
castiza calle de San Bernardo, es un paso de calidad respecto al anterior --y
modesto-- piso en la calle de Fuencarral. Una superficie de casi 1.700 metros
cuadrados y una inversión de 7 millones de euros deben servir para afianzar los
ya de por sí sólidos lazos de la comunidad asturmadrileña.
El objetivo del Principado es
hacer de la embajada el núcleo duro de la promoción exterior de Asturias.
Convertir la sede en un casa abierta por la que todas las iniciativas
empresariales, sociales, culturales, gastronómicas o deportivas tengan su eco en
la capital de España. Un altavoz --también mediático-- para difundir los
productos asturianos. Si esta región ha demostrado durante años una falta casi
absoluta de marketing, frente a la experiencia de otras comunidades (Cataluña
podría ser un ejemplo), la nueva embajada, deberá paliar las carencias casi
históricas. Y de paso potenciar el lobby asturiano en Madrid, tantas veces
infrautilizado. Ser un remedio. Evitar, yendo a la anécdota, que los madrileños
crean que una sidrería es un invento vasco.
Escrito por Editoriales
Fuente de información:
LaVozdeAsturias