Los fallos en la noche de los
fuegos colearon durante todo el día de Begoña. En un gesto sin precedentes desde
los problemas con la distribución gratuita de entradas para el concierto de Paul
McCartney en El Molinón, el Ayuntamiento se vio obligado ayer a pedir perdón
a los gijoneses por el desaguisado del espectáculo pirotécnico.
El Teatro Jovellanos, como
entidad organizadora de las actividades de la Semana Grande, emitió un
comunicado para pedir disculpas y lamentar que «por problemas ajenos los 600.000
gijoneses y visitantes que abarrotaron la ciudad no pudieran disfrutar de los
fuegos en todo su esplendor». En su escrito, la entidad que preside el edil de
Festejos Iván Álvarez Raja elude cargar las tintas contra la empresa pirotécnica
valenciana A. Caballer. Simplemente recuerda que por su fama ya se había
encargado de la noche de los fuegos en varias ocasiones y resume el percance en
que este año «no pudo disparar todo el 'castillo' que habían presentado en su
proyecto». «Problemas técnicos con el disparo digital de distintas fases del
espectáculo privaron al público de buena parte de la apoteosis final y de
algunas de las secuencias de mayor espectacularidad», admite el Teatro
Jovellanos en su nota.
Al parecer, esos fallos
técnicos en el disparo a través del ordenador «dejaron inutilizadas las carcasas
de mayor calibre», que debían dotar de mayor dinamismo y colorido a la lluvia de
fuegos artificiales de este año. Según los informes que ya obran en poder del
Ayuntamiento, cerca de 200 cartuchos del 'castillo' disparado desde el Cerro de
Santa Catalina quedaron sin explotar. Los bomberos se encontraron con algunas de
estas carcasas intactas, a las seis de la mañana, cuando acudieron a reconocer
la zona desde la que se lanzaron los proyectiles. Los funcionarios, que durante
la exhibición pirotécnica necesitaron casi 5.000 litros de agua para sofocar un
incendio declarado en una zona de matorrales del cerro, entregaron el material
sin deflagrar a operarios de la pirotecnia.
Quien sí se mostró más
contundente a la hora de exigir responsabilidades por el fiasco de los fuegos
fue la alcaldesa de Gijón. Paz Fernández Felgueroso, que fue testigo en Poniente
de la pitada y los abucheos casi generalizados que provocó el parón momentáneo
del espectáculo, anticipó que el Consistorio «presentará una reclamación» a la
empresa encargada del lanzamiento de los fuegos.
La regidora municipal calificó
de «fallo inexcusable» los problemas surgidos durante la programación
informática del espectáculo y lamentó que los fuegos quedaran deslucidos en «la
mejor de las noches posibles -ya que el Nordeste facilitaba la visibilidad- y en
un Gijón desbordante de gente». «Podía haber sido el doble de bonito», dijo con
gesto contrariado Felgueroso, quien recordó que con la empresa valenciana el
Ayuntamiento «hizo una elección» por ser ser una empresa habituada a este tipo
de atracciones como la 'Nit del foc' de las Fallas.
Por su parte, el PP gijonés
criticó a través de su edil y senadora Pilar Fernández Pardo que Gijón haya
tenido el cierre de Semana Grande «más pobre» en su verano más multitudinario en
afluencia de turistas. «Una ciudad que aspira a ser referente de ocio en todo el
Norte no puede ofrecer un espectáculo tan empobrecido. Quizás es que no se ha
invertido lo suficiente en este colofón festivo», señaló.
Fuente de información:
ELComercioDigital