La asociación ecologista
Greenpeace ha denunciado a la empresa Río Narcea Gold Mines -propietaria de las
explotaciones de oro de El Valle-Boinás (Belmonte) y Carlés (Salas)- por un
«vertido de arsénico» en el Narcea. Según los ecologistas, los valores de este
metal detectados en el cauce «son 6,5 veces superiores» a los permitidos por la
legislación.