Deja, mi niña,
que la vida que mece tu vientre,
como en un primer juego, cuente,
a èstas, mis manos que a veces la rozan,
cuantos pètalos "te quiero"
habràs de deshojar hasta Febrero,
en espera ...
Caminaba, pensativo y lejano, por el camino aliviador, detrás de las señoriales quintas. Miraba, locamente, como los bigotes de sus alpargatas besaban los últimos vestigios del barro de la huella. Una ...
Bajò por Urquiza, contramano, desde 1ª Junta hasta Av. Mitre. Unos metros antes de la Avenida, un vehìculo, en picada, lo arrollò sin miramientos.
Con la perplejidad de lo hecho en sus ojos, un escoz ...
Ella faltaba en el brillo de tus ojos.
Era la noche de los brindis
y las enloquecidas bengalas,
que montadas en un silbido,
buscaban la luz de Venus
para borrarla de tu cielo.
Eh! Nena! despierta!,
voy a contarte algo:
No es Maxi quien se destapa.
Es un gran duende,
que mientras él duerme,
juega en su cama.
Lo he sorprendido,
y agitado y asustadizo,
vi como al pis ...
Imaginemos, oh! leve luz del desconcierto!, que, lejos del mito que nace de su nombre o de su imagen, sean reales los vaivenes de los elementos finamente asociados, de que Rimbaud hablaba.
Amor irreverente que
no cabes entre los labios,
y aún vergonzante
de la geografía misma
de tus pensamientos,
bizarro y ruborizado,
acometes a lo ya condenado.
El extraño amor de Teresa,
ama en niño al que fué su niño,
y en niñas a las que niñas fueron.
Terca en mezquindad,
ahoga, violenta y fría,
al hombre que fué su hombre,
y en torno a todos ellos ...
Defenestren, vulgares y violentos, la palabrería del recuerdo!
La diatriba sísmica del impulso sufragante desde el instinto
para reblandecer el razonamiento que decide y asume.
Los vientos nir ...
Despertó al día para descubrir que estaba ciego.
A tientas encendió una luz, frotó sus ojos, luego les acarició, ,y aun tembloroso, enjugó algunas lágrimas, pero la luz nunca vino.
Sentado en el bo ...
No es que haya vuelto de algún lado,(hay paisajes de los que no se vuelve, para eso fueron creados). Y aunque rara vez sueño o muy difícilmente recuerde lo soñado, èl estaba ahí en mi sueño.
Llegado ...
Tengo frente a mi una hoja en blanco,
y la razón de la sinrazón en ella, palpitando,
como el blanco sol que late en el desierto...
...oh! amiga mía, esto también es soledad.
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