A punto de cumplir un año al
frente de la presidencia de Red Eléctrica de España (RED), Luis Atienza afrontó
esta semana, por primera vez desde que llegó al cargo, la junta general de
accionistas de la compañía. En su transcurso, dejó claro que los grandes retos
como operador son cubrir la demanda, cada vez más creciente, y facilitar la
evacuación de la electricidad generada con «energías del siglo XXI»: el gas de
los ciclos combinados y el viento de los parques eólicos.
En este contexto, le preocupa
el 'cuello de botella' que sufre Asturias para dar salida a su excedente
eléctrico y desarrollarse en estas nuevas energías. La línea asturcántabra
Soto-Penagos no termina de arrancar tras veinte años de bloqueo y la que conecta
con la Meseta, Lada-Velilla, se ha topado con el rechazo vecinal de Aller y de
la montaña leonesa, pese a que el trazado es nuevo.
-Mal comienzo para un corredor
que empieza de cero.
-Lo veo natural. El trazado
nunca va a ser a gusto de todos. Por algún sitio tiene que discurrir. Y, a
partir de ahí, pueden pasar dos cosas: o la gente hace un ejercicio de
solidaridad y piensa que la línea forma parte de su suministro eléctrico, además
de contribuir al desarrollo económico de Asturias o, por el contrario, es
imposible conseguir una aceptabilidad plena. El problema de las grandes
infraestructuras energéticas es que la población no las asocia, de forma
directa, con su servicio eléctrico. Cree que, al apretar el interruptor, va a
seguir teniendo luz, haya o no línea de alta tensión. Como esa relación no se
produce, la dificultad para conseguir su respaldo es difícil.
-Los municipios leoneses creen
que la línea ataca su principal 'modus vivendi', el turismo rural, mientras que
el alcalde de Aller, Gabriel Pérez Villalta, dice que perjudica la riqueza
medioambiental. ¿Son argumentos suficientes?
-Es una valoración subjetiva.
Yo soy del norte de Burgos, una zona que, en mi opinión, es extraordinariamente
bella, regada por el Ebro y el Nela. Sin embargo, también tenemos una central
nuclear, hidroeléctricas y muchos parques eólicos que requieren líneas de
evacuación. Ante este escenario, cabe preguntarse lo mismo: ¿resta un atractivo
extraordinario turístico a la zona? Con total sinceridad, no. Para alguna gente,
sí, pero globalmente, no.
«Triunfarán las ventajas»
-Ante estas dificultades, ¿cree
que la línea saldrá adelante? Lo digo porque el alcalde de Aller, pese a las
compensaciones que ustedes ofrecen, mantiene su rechazo.
-Serán las administraciones
quienes tomen esa decisión poniendo en la balanza los pros y los contras.
Mientras tanto, RED va a seguir con el procedimiento.
-Aller sostiene que esta línea
es un «capricho» y que, detrás, hay un interés por ganar dinero.
-Se equivoca. Ésta no es una
línea rentable para Red Eléctrica. Si la hacemos es porque nos la encargan las
administraciones para garantizar el suministro eléctrico y permitir el
desarrollo del sector eléctrico.
-¿Habrá acuerdo?
-Soy optimista, aunque, eso sí,
no habrá un consenso general porque, como le decía, no puede ser del gusto de
todos. No obstante, confío en que pesen más las ventajas que los inconvenientes.
-¿Sigue barajando, pese a estos
obstáculos, las fechas de finales de 2008, mediados de 2009?
-El procedimiento
administrativo no nos corresponde a nosotros, sino al Gobierno. Aun así, es
necesario cumplir los plazos.
-Hace justamente un año, su
predecesor, Pedro Mielgo, aseguraba que la línea de Soto-Penagos estaría lista a
finales de 2005. ¿Se cumplirá la previsión o, como dice el anuncio, va a ser que
no?
-(Sonríe). Va a ser que no,
evidentemente, porque todavía no tenemos la declaración de impacto ambiental.
-¿Qué ha pasado para que ese
plazo no se haya cubierto?
-Los procedimientos son muy
largos. Además, teniendo en cuenta que la punta de demanda creció el invierno
pasado un 15%, nos arriesgamos a que la falta de agilidad en los plazos de
tramitación y las dificultades de aceptabilidad social nos lleven a una
situación en la que no seamos capaces de seguir el ritmo de inversión que exige
la demanda.
-No obstante, ¿se atreve a
pronosticar alguna fecha para Soto-Penagos?
-No. Lo único que le puedo
decir es que construir una línea puede llevarnos entre 12 y 18 meses a partir
del momento en que tengamos todas las autorizaciones.
-¿Qué plazo fija para que la
evacuación de la electricidad en Asturias esté a pleno rendimiento y deje de ser
una isla energética?
-Puedo asegurar que, si los
procedimientos siguen los calendarios establecidos, a finales de 2008, Asturias
dejará de ser una isla energética. IMPACTO AMBIENTAL
ELECTRICIDAD
CONEXIÓN CON CANTABRIA
Fuente de información:
ElComercioDigital